viernes, 25 de septiembre de 2009


Caminando en el malecón a medianoche, congelándome hasta el alma por el frío de tu ausencia más que por la punzante brisa que arremete contra mi rostro. Tengo la mirada perdida, tu imagen tan perfecta se apodera de mi razón y voy mirando aquel desolador paisaje. Escucho sonar mi celular e inconcientemente cruzo los dedos para que seas tú, pero no hay ninguna señal tuya.La cabeza me juega una mala pasada, me pregunto si me gustas o es solo una efímera atracción que hace estragos dentro de mi; no lo sé. Levanto la mirada y veo la luna llena, tan perfecta, tan brillante, tan como tú. No logro entender la lógica de todo esto, supongo que uno no escoge de quién se enamora, ni qué sentido tiene empezar a verte con otros ojos. Supongo que simplemente se da y punto.Tenerte cerca a mi, abrazandote cada vez que veo que tus ojos se humedecen, quizás por recuerdos de amores pasados que no supieron ver lo maravillosa que eres. Con mis manos entre las tuyas, susurraré palabras de amor que se perderan en el viento; viviré rogando al cielo que algún día lleguen a tus oídos y puedas darte cuenta que eras tú lo que en verdad quería.

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